Los españoles creen que la UE debería invertir en vivienda, industria y políticas sociales antes que en seguridad y defensa
La ciudadanía sitúa, de media, en un 7,4 su nivel de europeísmo, aunque casi el 60% percibe a la Unión como poco eficaz ante los desafíos globales

La encuesta monográfica del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER sobre “los retos de la Unión Europea” en un contexto de gran incertidumbre internacional muestra que los españoles conservan el mismo nivel de europeísmo que hace un año ―en una escala de 0 a 10, siendo 10 “totalmente europeísta”, la población se sitúa, de media, en el 7,4―, pero en algunos aspectos el discurso de la extrema derecha, la más reacia a la política común, empieza a calar. Así, un 69,5% asocia la UE con conceptos positivos como “democracia” (38,4%), “protección del Estado del bienestar” (30,9%) o “paz” (18,9%), y un 49,5% cita conceptos negativos como “burocracia” (26,4%), “debilidad internacional” (16,4%) o “inseguridad” (12,1%). Y preguntados por los desafíos a los que debería “dar prioridad”, aparece en primer lugar la “inmigración” (38,5%), por delante de las desigualdades y la pobreza (citados por el 37,6%), el crecimiento económico y la competitividad (34,4%) y los conflictos bélicos cercanos (29,8%).
Los partidos de extrema derecha han avanzado en Europa particularmente a lomos de un discurso xenófobo que criminaliza al inmigrante, pese a que, en un continente envejecido, la presencia del colectivo es clave para el desarrollo económico. Un informe del Banco de España advirtió en 2024 de que el país necesitará 24 millones de inmigrantes para mantener la relación entre trabajadores y jubilados en 2053, dentro de tres décadas, cuando el INE espera que haya 14,8 millones de pensionistas. En otra encuesta monográfica sobre inmigración realizada por 40dB. y publicada el pasado octubre, el 57% de la población declaró que hay “demasiados” inmigrantes en España y el 75% los asoció a conceptos negativos. Puede consultar todos los datos de la encuesta aquí.
Además de los ya citados, completan el ranking de retos europeos a los que habría que dar “prioridad”, según la población española, los conflictos comerciales con otros países (citados por el 27,5%), la crisis climática (26,7%), la defensa y la seguridad exterior (24,5%), el futuro de la agricultura (19,3%), la dependencia de países externos para la tecnología y los recursos estratégicos (15,8%) y el crecimiento de la extrema derecha y los populismos (12,2%). La inmigración preocupa 36,8 puntos porcentuales más a los votantes de Vox que a los del PSOE y la crisis climática 19,1 puntos más a los votantes socialistas que a los de Santiago Abascal.
En pleno debate por el plan de rearme europeo y el aumento del gasto en seguridad y defensa, los conflictos bélicos de Rusia-Ucrania e Israel-Gaza preocupan de una manera algo más transversal a los electorados de Podemos, Sumar, PSOE y PP, todos ellos por encima del 33% en grado de inquietud, frente a los votantes de Vox (22,2%) y los de SALF (16,2%), la marca del agitador ultra Alvise Pérez. En cuanto a la defensa y la seguridad exterior, el más inquieto es el votante del PP (36,2%), seguido del electorado del partido de Abascal (28,5%) y el del PSOE (26,4%). Este reto no es tan prioritario para los electorados de Sumar (19,8%) y Podemos (8,7%), que se oponen al aumento de gasto militar. Pese al apoyo manifiesto de Vox a Donald Trump, que ha anunciado una guerra de aranceles, “los conflictos comerciales con otros países” son prioritarios para casi el 24% de sus votantes, apenas un punto menos que para los de Podemos.
La encuesta también pone en evidencia un desajuste de prioridades entre lo que los españoles esperan de Europa y los temas que acaparan actualmente el debate en el seno de la Unión. Así, preguntados por en qué creen que debería invertir ahora la UE, los grupos mayoritarios señalan la vivienda, la tecnología y la industria, las políticas sociales, el control de fronteras y las energías renovables por delante de las políticas de defensa y seguridad. Por electorados, los votantes de izquierda dan prioridad a la vivienda, las políticas sociales y las energías renovables, mientras que la derecha prioriza el control de las fronteras y la seguridad. El presidente del Gobierno anunció el pasado 22 de abril que España destinará 10.471 millones de euros más a defensa y que cumplirá este año con el compromiso para que esa partida suponga el 2% del PIB. Un 35,45% de ese dinero será para mejorar las condiciones del personal de las fuerzas armadas, un 31,16% para nuevas tecnologías frente a ciberataques, un 18,75% para armamento y un 16,73% para apoyo a la gestión de emergencias y desastres naturales. Sánchez explicará este plan el próximo miércoles en el Congreso, donde también dará explicaciones sobre el apagón del pasado lunes. El Gobierno no someterá a votación en las Cortes el aumento del gasto en defensa.
La ciudadanía percibe a la UE como desunida y poco eficaz
En % de encuestados
El 55,8% de los españoles perciben que la UE actúa “poco o nada unida” y el 58,8% la ve poco o nada eficaz ante los desafíos globales. Los electorados de Sumar y el PSOE son los que mejor valoran la actuación de la Unión Europea y los de Podemos y SALF, los más críticos. Sin embargo, la ciudadanía confía más en la capacitación de la UE que en la de los Estados para afrontar esos retos. Para el 67,6%, pertenecer a la UE “ha beneficiado a España” y para el 18,7%, no. Estas respuestas varían considerablemente según la intención de voto. Mientras los votantes del PSOE y de Sumar creen en un 84,7% que formar parte de la UE ha sido bueno para el país, en el electorado del PP ese porcentaje baja al 76,6%, en el de Podemos, al 62,6%, en el de Vox al 47,4% y en el de SALF, al 37%. Además, casi un 31% de los españoles querría que la Unión Europea aumentase sus competencias,un 20,7% desea que se convierta en un Estado federal, con más capacidad de actuación que sus y un 11,9%, que se disolviera.
El dilema arancelario
El pasado 3 de abril, Donald Trump declaró una guerra comercial al mundo con un arancel universal del 10% y castigos mayores a sus principales socios. El presidente de EEUU anunció los impuestos a la importación más altos en un siglo con un recargo del 20% a los productos de la UE. Una semana después, tras la presión de los mercados y las críticas en su propio partido, decretó una tregua parcial de 90 días sobre la guerra comercial. Preguntados por cómo debería responder la UE si, transcurrido ese periodo, EEUU retoma los aranceles, el 79,2% está muy o bastante de acuerdo en que debería “incentivar la producción interna para reducir su dependencia económica”; el 74,9% está a favor de aproximarse a otros países para buscar aliados comerciales alternativos y un porcentaje inferior, pero superior a la mitad de la población, el 66,1%, cree que habría que “imponer a su vez aranceles a los productos estadounidenses”. Por electorados, los más reacios a estas dos últimas medidas son los votantes de Vox y de SALF, aunque en ambos casos apoyarían ambas estrategias en porcentajes por encima del 55%.
Respecto a con qué región económica creen que debería la UE mantener una relación comercial privilegiada, los españoles señalan en primer lugar Oceanía (64,8%), seguida de América Latina (64,2%), China (61,4%), otros países asiáticos (60,9%) y África (51%). Solo los votantes de Vox se oponen a privilegiar las relaciones comerciales con este último continente. El documento de la Estrategia de Acción Exterior del Gobierno de aquí a 2028 plantea que la Unión Europea se dote de un escudo de “defensa y disuasión” económica ante la guerra comercial con un mayor presupuesto y capacidad sancionadora frente a las “tácticas coercitivas” de EE UU.
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