Illa tendrá que aprobar un tercer decreto ley para la tasa turística ante los problemas con ERC y Comunes
El Parlament había dado luz verde a un primer texto pero no hubo mayoría para validar la moratoria pedida por los republicanos


Los tiempos en que en el Parlament se vivían votaciones convulsas y enmarañadas han vuelto este miércoles a la Cámara catalana, esta vez a cuenta de la reforma de la tasa turística. La doble convalidación de sendos decretos ley sobre el tema, pactados con Comunes y ERC, respectivamente, no ha salido como teóricamente el Ejecutivo que lidera Salvador Illa (PSC) había esperado y el roce entre los socios de la investidura está servido. El resultado: de momento entrará en vigor la subida de la tasa turística en todo Cataluña, sin la moratoria arrancada al Govern por los republicanos, y habrá que esperar a que se tramite la reforma como proyecto de ley para conocer la estructura definitiva del impuesto que grava las pernoctaciones hoteleras. La consejera de Economía de la Generalitat, Alícia Romero, ha anunciado que se aprobará un nuevo calendario el próximo martes, pero sin precisar con qué apoyos espera someterlo después a la Cámara.
“Nos ha sorprendido la votación en contra de la posterior entrada en vigor, eso genera una situación extraña y ahora aprobaremos otro decreto ley para que no entre en vigor el 1 de mayo y poder hacer una tramitación de la ley en acuerdo con los grupos y el sector”, ha dicho Romero. El nuevo decreto ley, que se espera aprobar en el próximo Consell Executiu, tendrá efectos retroactivos, ha añadido la titular de Economía, para tranquilizar a los hoteleros y darles seguridad y responder a la pregunta sobre si les tocaba o no liquidarlo.
El texto aprobado recoge, entre otras cosas, que los huéspedes de un hotel de cinco estrellas en Barcelona paguen una tasa de siete euros por noche, a lo que hay que sumarle el impuesto municipal. Hasta ahora, el recargo era de 3,50. En el resto del territorio catalán, esa tasa pasa de 3 euros a 6. En el caso de los apartamentos turísticos, por ejemplo, las nuevas tarifas son de 4,50 euros y 2 euros, respectivamente.
El Govern, con solo 42 de 135 votos asegurados, sometía a votación la convalidación dos decretos ley sobre el tema. El primero pactado con los Comunes en marzo, que implicaba entre otras cosas doblar el coste del gravamen durante esta temporada turística y dar más margen a los Ayuntamientos para cobrar un recargo extra similar al que ya funciona en la capital catalana. El segundo, surgido de un acuerdo con ERC la semana pasada, que cambiaba la fecha de entrada en vigor del primer articulado. Los republicanos, cuyos votos eran indispensables (PSC y Comuns solo suman 48), pusieron esa condición para abrirse a dar luz verde a la convalidación, si bien exigían que se tramitara como proyecto de ley.
Comunes y republicanos exhibían así sus diferentes visiones sobre la tasa turística. Los liderados por Jéssica Albiach, entre otras cosas, habían logrado que el 25% de la recaudación se dedique a políticas de vivienda de la Generalitat. En ERC, por su parte, quieren incluir en el diseño de la tasa el factor estacional y equiparar la tasas en pisos turísticos y hoteles de cinco estrellas, tal y como lo plasmaron en la proposición de ley que querían tener como base de la negociación. Las votaciones de ambos textos, este miércoles en el Parlament, eran consecutivas y el voto de los Comunes y la estrategia del no a todo de Junts per Catalunya han terminado por echar al traste el pacto alcanzado entre el Ejecutivoy ERC. El texto pactado originalmente entre el Govern y los Comunes ha sido convalidado gracias al apoyo de ERC. La misma mayoría de la investidura ha votado a favor de que se tramite como proyecto de ley.
Sin embargo, los de Albiach han votado negativamente para el segundo articulado, dejando al PSC y a ERC (52 diputados) apoyándolo en solitario, muy lejos de la mayoría requerida. Junts, que no participaba en las negociaciones, ha terminado bendiciendo la aplicación de una tasa que no comparte, al rechazar la segunda votación.
El decreto aprobado, que ahora comienza una incierta tramitación parlamentaria, establece de momento que el aumento de la tasa turística aplicará a “las estancias devengadas a partir del 1 de octubre de 2025”, si bien entra en vigor el 1 de abril. El recargo especial, que debe aprobar cada Ayuntamiento, será efectivo una vez la Agencia Tributaria de Cataluña haga los cambios informáticos necesarios.
La nueva tarifa para los huéspedes de una instalación de 4 estrellas en la capital catalana es será de 3,40 euros. En el resto del territorio catalán, 2,40 euros. En el resto de campings y hoteles, la tasa será de 2 euros y 1,20 euros, respectivamente.
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