Furor por los pistachos: las millonarias cifras que mueve el fruto seco de moda
El consumo de este alimento se ha disparado en todo el mundo. EE UU es el mayor productor, con una cuota de mercado del 60%, seguido por Turquía e Irán


El mundo vive una fiebre por los pistachos. Este fruto seco originario de Oriente Próximo se ha convertido en la materia prima estrella de grandes cocinas y pastelerías de moda. Cadenas como Starbucks y otras multinacionales llevan años coqueteando con su sabor y se ha colado hasta en los cócteles de moda.
Hoy, el mundo come pistachos como nunca antes. El año pasado, se consumieron más de 1,1 millones de toneladas métricas, que equivaldrían a 4.400 millones de bolsitas de 250 gramos, como las que venden en algunos supermercados, de acuerdo con las cifras del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. Es de este país de donde proceden el 60% de los granos verdes que se engullen a escala mundial. “EE UU ya es el principal productor, exportador y consumidor del mundo, consolidándose como la fuerza dominante en el mercado”, afirma David Magaña, experto en Rabobank, el banco neerlandés. El valle central del sur de California es la meca de esta perla verde. Allí ha encontrado un clima seco y soleado, que le sienta como un guante, y que ha permitido el desarrollo de una gran industria. La rentabilidad y la resiliencia de los huertos a las sequías, la salinidad de la tierra, el apoyo gubernamental y millones invertidos en promoción han permitido que este país ganara terreno frente a competidores como Irán.
Muchos productores han cambiado las almendras y nueces por pistachos. “Proceden de un árbol del desierto, resiste mejor la sequía y necesita menos agua que las almendras”, explica Magaña.
Plantar pistachos ha sido la opción más rentable para los agricultores del Valle de San Joaquín (California). En la última década, los rendimientos brutos promediaron los 6.400 dólares (unos 5.620 euros) por planta, un 20% más que las almendras y un 70% más que las nueces, según Rabobank. Ello ha provocado una ola de nuevas plantaciones. Actualmente, existen unos 450.000 en California, mientras que en 2012 había unos 153.000. La industria proyecta que para 2028 habrá 590.000, un número que convertirá a esta zona en absoluto líder global y relegaría por completo al mercado iraní, que hace 50 años se vanagloriaba de ser el mayor productor y exportador del planeta.
Peculiaridades
El éxito del pistacho americano está relacionado con una serie de penalidades, embargos, aranceles y otras restricciones contra los productos iraníes que se desataron tras la revolución islámica y se agudizaron después de la toma de la Embajada estadounidense en Teherán, a finales de los años setenta, cuando Jimmy Carter era presidente. “Las sanciones estadounidenses obstaculizaron la capacidad iraní para importar insumos agrícolas esenciales, como fertilizantes y maquinaria, lo que limitó la producción del sector”, destaca Mesbah Motamed, economista del Departamento de Agricultura de EE UU. Aunque su objetivo no eran los pistachos, el castigo afectó de manera contundente a la producción de este alimento. “Los aranceles antidumping (que en muchos casos superaban el 100%) aplicados a las importaciones de pistachos crearon un espacio para que los productores californianos pudieran entrar y competir”, agrega Motamed. A lo largo de estas décadas, algunas barreras comerciales han perdurado, poniendo sobre las cuerdas al campo de ese país que había resistido el embate, hasta hace poco. Entre 2005 y 2016, EE UU e Irán se alternaron el primer puesto en la tabla en producción mundial.
Pero desde la temporada 2016-2017, la mayor economía del mundo no ha abandonado la primera posición. En menos de dos décadas pasó de controlar un 32% del mercado a dominar el 63%. En la última campaña, Turquía se aseguró la medalla de plata con un 15% de la cuota, mientras que Irán (lastrado por las sequías y heladas) cayó a la tercera posición. La producción global ha crecido a un buen ritmo en la última década (un 5% anual), pero EE UU lo ha hecho al doble de velocidad: un 10% cada año. “En California se empezaron a plantar pistachos en los años setenta, pero el verdadero auge fue en 2012 y 2022. Los árboles plantados hace 10 años están entrando ahora en plena producción”, abunda Magaña. El buen momento de la industria, sin embargo, podría verse afectado por la guerra comercial. Hasta ahora, las exportaciones de pistachos estadounidenses habían vivido una época dorada. Pasaron de 64.000 toneladas en 2005 (31% del mercado global) a rozar récord de 390.000 toneladas en 2023-24 (70% de cuota mundial). Su principal destino es China: allí va el 30% de este fruto seco. En ciertas temporadas (especialmente entre noviembre y diciembre) se envían a Pekín entre 43% y 56% del volumen vendido al exterior. “La dependencia de un solo mercado genera riesgos geopolíticos”, destaca el experto de Rabobank. Y eso ya se nota: la industria está en ascuas en esta guerra comercial que ha llevado a Pekín a imponer un arancel del 125% a todas importaciones estadounidenses, entre ellas los pistachos. “El aumento de los aranceles permitiría a competidores como Irán y Turquía captar una mayor cuota de mercado”, argumenta Mzingaye Ndubiwa, analista de Tridge, en un informe. Europa es el segundo mercado más importante para EE UU, con Alemania como principal cliente, seguido de España e Italia. Después siguen Turquía, Vietnam, India, Emiratos Árabes, Canadá y México. Una decena de mercados copan más del 70% de las exportaciones.
El gran éxito de esta planta, de igual forma, ha permitido forjar empresas millonarias. The Wonderful Company es una de las compañías agroindustriales que ha ganado fama gracias a los pistachos. Hoy vale 6.000 millones de dólares. La firma, constituida en los años setenta, está presente en casi todos los supermercados de EE UU (donde controlan entre el 15% y el 20% de las ventas de pistachos) y es una de las marcas más conocidas en Europa. Este año se espera una producción récord, según Michael Hohmann, vicepresidente ejecutivo. “La demanda mundial de pistachos de California se ha más que duplicado en los últimos 10 años. Los consumidores están aprendiendo a integrarlos en sus recetas diarias”, concluye.
España se sube al carro
El interés por el pistacho también ha llamado la atención de los agricultores españoles. En los últimos cinco años, la superficie plantada se ha disparado en un 60%, según las cifras publicadas por el Ministerio de Agricultura. “Es el cultivo [entre los frutos secos] que más ha crecido en superficie, y el país tiene ambiciosos planes para convertirse en uno de los mayores exportadores de la Unión Europea”, dicen en Euromonitor. Según los expertos de esta consultora, la demanda es dinámica tanto en el canal minorista como en la restauración, ya que los pistachos se han convertido en un aperitivo muy popular en bares, en la preparación de dulces y en comidas saladas.
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