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Cuatro implicados y vigilancia en días previos: los nuevos datos del asesinato de los colaboradores de Brugada

La fiscal de la capital insiste en que no habrá impunidad. El jefe policía señala las “detenciones muy relevantes” de semanas previas como contexto del ataque

Bertha Alcalde Luján, titular de la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México y Pablo Vázquez Camacho, Secretario de Seguridad Ciudadana de Ciudad de México.
Pablo Ferri

Las autoridades de seguridad de Ciudad de México han comparecido ante la prensa este miércoles, para informar de los avances en la investigación de los asesinatos, el martes, de Ximena Guzmán y José Muñoz, colaboradores muy cercanos de la jefa de Gobierno, Clara Brugada. El secretario de Seguridad, Pablo Vázquez, ha señalado que hay al menos cuatro implicados en el ataque, el pistolero y tres secuaces, que le ayudaron a escapar. La fiscal, Bertha Alcalde, ha añadido que han detectado que una persona vigiló los movimientos de las víctimas, días antes del atentado.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana revisan la camioneta asegurada en Iztacalco, el 20 de mayo.

El caso ha generado estupor en la capital, poco acostumbrada a este tipo de situaciones, más aún por las características del ataque, la indiferencia del agresor, que disparó hasta 12 veces contra las víctimas, ocho contra Guzmán y cuatro contra Muñoz, en plena mañana, en una de las principales arterias de las ciudad, la calzada de Tlalpan. Nadie se explica qué pudo pasar, por qué atacaron a dos funcionarios de perfil más bien privado. Guzmán era la secretaria particular de Brugada y Muñoz, su coordinador de asesores. “No habían recibido amenazas”, ha dicho la fiscal.

Alcalde y Vázquez han confirmado, desmentido o matizado algunos de los rumores que han crecido al calor de las redes sociales en las últimas horas. Primero, han señalado que el agresor huyó de la escena en una moto negra, abandonada poco después, para luego subirse a una camioneta Nissan azul, con la que viajó hasta Iztacalco, en el oriente de la capital. De allí, se habría subido a una “camioneta gris”, y se habría perdido en los límites entre Ciudad de México y el Estado de México. Para todos esos trayectos, el agresor contó con la ayuda de al menos tres personas.

La motocicleta asegurada en la colonia Moderna, el 20 de mayo.

Alcalde ha señalado que los casquillos que encontraron en la escena del crimen corresponden a una pistola nueve milímetros, desconocida para las autoridades. “No se tiene registro de que haya sido usada antes”, ha dicho la fiscal. Los peritos no han encontrado huellas en los vehículos, que tenían reporte de robo, por el presunto uso de guantes por parte de los agresores. La fiscalía aguarda el resultado de las pruebas de ADN de los vehículos y de las prendas de ropa encontradas en uno de ellos, para tratar de encontrar un hilo del que tirar.

Como siempre, la clave parece que serán las cámaras de seguridad. Vázquez ha rechazado que las cámaras del sistema público de vigilancia, el C-5, estuvieran estropeadas, rumor aireado en la tarde del martes. Gracias a las cámaras, las autoridades han logrado encontrar los vehículos que empleó el grupo agresor, además de identificar la vigilancia a la que sometieron a las víctimas, desde días antes del ataque, en el mismo lugar donde lo llevaron a cabo.

Ni Vázquez ni Alcalde han profundizado en el móvil del ataque o en los nombres de los grupos delictivos que podrían estar detrás. La prioridad, han señalado, es identificar y detener a los autores materiales, pieza fundamental para llegar a ese tipo de conocimientos. En su intervención, Vázquez ha mencionado, eso sí, “las detenciones muy relevantes de líderes de células delictivas con operaciones en la Ciudad y en zona metropolitana”, como contexto al caso de los colaboradores de Brugada. El jefe de policía no ha dado más detalle al respecto.

Igual que las cámaras, la cooperación de los gabinetes de seguridad del área metropolitana de Ciudad de México, Hidalgo, Morelos y el Estado de México, parece importante para avanzar en las pesquisas. Vázquez ha hablado de un “patrón de huida” similar al de otros casos, en que delincuentes que han cometido delitos en la capital, tratan de perderse en las regiones aledañas, por las diferentes salidas de la ciudad. Es el caso, por ejemplo, del atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva, en 2022, o el que sufrió el predecesor de Vázquez, Omar García Harfuch, en 2020.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).
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