“El Unicaja Málaga es un equipo con identidad y alma”
Juanma Rodríguez, director deportivo, analiza las claves de un conjunto que ha celebrado cuatro títulos esta temporada y que juega los cuartos de la ACB contra el Barça


Un triunvirato sostiene en los despachos y en el banquillo el éxito del Unicaja. El conjunto malagueño ha levantado seis títulos en las tres últimas temporadas (dos Copas, dos Champions, una Supercopa de España y una Intercontinental), cuatro de ellos en este curso mágico. La explosión invita a mirar qué hay detrás del equipo que en la cancha capitanea Alberto Díaz y que este martes en Málaga (21.15, Movistar) encara el inicio de los cuartos de la ACB frente al Barcelona (con ventaja de campo y al mejor de tres partidos; el Madrid recibe al Baskonia a las 19.00). Y ahí asoman tres pilares: el presidente, Antonio Jesús López Nieto; el director deportivo, Juanma Rodríguez; y el entrenador, Ibon Navarro. Apenas medio año separa la llegada de los tres a la entidad, entre julio de 2021 y febrero de 2022. El primer nombre que López Nieto puso sobre la mesa al acceder a la presidencia fue el de Rodríguez, director deportivo del Unicaja entre 1994 y 2010 y entonces en el Betis. Volvió a Málaga y así analiza para EL PAÍS este camino:
Nueve se van, nueve llegan. “Entro en agosto de 2021 y me encuentro un equipo hecho y con un entrenador, Fotis Katsikaris. A mitad de temporada decidimos destituirlo y fichar a Ibon Navarro, que había sido despedido de Andorra tres semanas antes. Perdimos de una canasta contra el Madrid y el equipo iba hacia arriba, pero terminamos la temporada con varias derrotas porque había muchos jugadores que terminaban contrato y no conocían su futuro. Fue un año muy duro porque miramos hacia abajo con el peligro de descender. Ese verano de 2022 nueve jugadores acababan contrato. Los únicos que se quedan son Alberto Díaz, Darío Brizuela y Jonathan Barreiro. El resto, todo nuevo. La renovación es profunda. Llegan de golpe Kendrick Perry, Djedovic, Kalinoski, Kravish, Thomas, Ejim, Osetkowski, Tyson Carter y Augusto Lima. En la pretemporada, después del Eurobasket que gana España, ya nos dimos cuenta de que el grupo funcionaba pese a que había muchas personalidades distintas”.
Ibon Navarro antes que Ivanovic. “Ibon cambió al equipo nada más llegar. Conectó con el club. Debíamos darle las herramientas para el baloncesto que él quería jugar y tenía en su cabeza. En su primera temporada, desarrolla la idea de una rotación de 12 jugadores, cosa que antes no se había visto nunca. Convence a todos de que van a ser importantes para él. Se empieza a gestar una química. Cuando buscamos entrenador también estaba libre Dusko Ivanovic, pero yo venía siguiendo el trabajo de Ibon en Murcia, Manresa y Andorra, con un baloncesto muy atractivo en los dos lados de la cancha, un equipo dinámico, una defensa agresiva. Era un equipo que sobre todo competía de manera impresionante y con un estilo muy reconocible. Sabía que él podía traer ese baloncesto que en Málaga iba a gustar, esa pasión, esa energía. El presidente conocía más a Dusko, pero me hizo caso”.

Un estilo propio. “El sello de Ibon es muy claro. Él cuando llega se encuentra un cuerpo técnico fracturado y con su personalidad hace de pegamento. Y transmite su idea. En un entrenamiento saca 12 papelitos y los reparte a los jugadores. ¿Cuánto queréis jugar cada uno?, les pregunta. Hace la suma y no salen los números. Les dice que va a contar con todos en cada partido para hacer un baloncesto agresivo, serio e intenso en los dos lados. Esa es nuestra marca. Jugamos muy dinámico, corriendo, llegar y tirar, y ser muy agresivos en defensa, usando a 12 jugadores, mirando muy bien las cargas. Uno de los grandes éxitos es cómo cuidamos a los jugadores, cómo ellos entienden la importancia de los hábitos. En estos tres años solo hemos fichado un jugador durante la temporada, Yankuba Sima en lugar de Lima. Los jugadores no se lesionan. Eso nos permite tener este sello. El Unicaja es un equipo con identidad y alma. El gran icono era Alberto Díaz. Ahora han pasado tres años y hay muchísimos jugadores que son los favoritos del Carpena. Se han identificado muy bien. Osetkowski ha venido con la camiseta del equipo a ver un partido, la implicación de Kendrick Perry a nivel social en muchas campañas para ayudar a la gente necesitada… es un grupo humano especial”.

Fichar a buena gente. “Cuando fichamos, valoramos mucho la personalidad del jugador. Los equipos que tienen mucho éxito están formados por buena gente. Entre Ibon y yo para fichar a un jugador tenemos ocho o 10 conversaciones con gente que le conoce: compañeros, entrenadores, directores deportivos… Es importante gestionar los egos. Ibon es cercano a los jugadores y se interesa por su vida fuera del baloncesto. Aquí tenemos un tesoro humano que tenemos que cuidar. Son personas sensacionales. Ellos han entendido que los focos se reparten. Kalinoski ha sido fundamental en todas las finales pero nunca ha sido el MVP. Es un ejemplo. La irrupción de Tyson Pérez, otro. Kravish había estado cada año en un equipo diferente antes de Málaga, igual que Perry. Aquí han encontrado su lugar. Sienten esto como suyo. Están fabricando sueños para la gente”.
No a la Euroliga. “No ha sido fácil. El que lo tenía claro fue el presidente. Málaga había sido un territorio de Euroliga muchos años, pero vio que el camino era la Champions. Nuestro espejo era el Tenerife, que se había ido a esa competición y competía muy bien en ACB, con el mismo entrenador, un bloque… Antonio tenía esa visión estratégica de que era nuestro torneo por la competitividad y la sostenibilidad económica. Esa decisión fue muy criticada al principio pero se ha visto que no solo fue muy acertada, sino que algunos equipos se plantean el mismo recorrido. El Alba Berlín se va de la Euroliga… En la Champions cada partido es importante, puedes jugar un máximo de 17 y te permite llevar muy bien la competición doméstica. ¿La NBA europea? En Europa no hay un proyecto común, sino división. Pero es que tampoco en la ACB hay un proyecto común, cada uno se preocupa por su equipo. Nosotros vamos a seguir nuestro camino. Ante una hipotética llegada de la NBA con la FIBA, estamos bien posicionados. Pero soy prudente, hay que esperar. Falta un debate general porque hay muchas competiciones y a los aficionados los tenemos mareados. Hay que ordenarlo. No puede ser que haya jugadores que lleguen a 90 partidos”.

Luchar por la ACB. “Los primeros que han dicho que quieren pelear por una Liga son nuestros jugadores. Tienen esa ilusión. En estos momentos en que ganas tanto es cuando más humilde hay que ser. Cuando te crees que eres más de lo que eres, te puedes distraer. Sabiendo la dificultad, en este equipo se puede confiar porque va a competir. Vamos con la máxima ilusión y ambición pero también con humildad. Hemos de seguir por el mismo camino”.
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